Erasmus

Quería compartir la experiencia desde el principio, y aquí estoy tan solo un mes y una semana después de llegar a Roma. Me gana la pereza. Meses antes de venir me pasaba el día pensando en cómo sería, en las cosas que iba a hacer, en lo raro que sería vivir en otro país, lejos de la rutina y de todo a lo que estaba acostumbrada... Pero es asombroso cómo hemos desarrollado la capacidad para acostumbrarnos a los cambios, hasta a los más radicales. No ha pasado mucho tiempo y todo parece súper normal. Ya no te asombra ir en el bus y encontrarte con el Coliseo de frente en cualquier momento, o que hagas lo que hagas, pases por Termini al menos dos veces al día. Y nunca sabes cómo, pero siempre acabas en Piazza Venezia. Le coges el ritmo al caos e interiorizas lo absurdo que pasa todos los días. Colarse en el metro ya no parece algo peligroso y tentador, sino que está a la orden del día, y creedme cuando os digo que al final uno se harta de pizza y pasta, y comer un buen plato de pescado es casi lo más bonito que te puede pasar en toda la semana. Pero sobre todo, aprendes que aquí puede ocurrir cualquier cosa en cualquier momento. Y esta vez espero poder compartirlo.



                        

Posted in , . Bookmark the permalink. RSS feed for this post.

Leave a Reply

Search